Banco Santander: el cuarto mayor financiador de petróleo y gas en la Amazonía, una región amenazada por el punto de no retorno

March 22, 2024
Un nuevo análisis revela que el banco español ha aumentado sus inversiones en la extracción de petróleo y gas en la Amazonía, destinando cerca de 1.500 millones de dólares a proyectos del sector en la región entre 2009 y 2023

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Madrid, 22 de marzo de 2024 – Según los últimos datos de la organización ambiental Stand.earth, el Banco Santander es el cuarto mayor financiador mundial del sector de petróleo y gas en la Amazonía y la entidad financiera de la Unión Europea con mayores flujos hacia el sector en la región. Santander ha destinado aproximadamente 1.500 millones de dólares a proyectos de petróleo y gas en la Amazonía entre 2009 y 2023. Estos flujos sitúan al banco español como unos de los grandes responsables de la deforestación y degradación ambiental, que están llevando a la región a un escenario de punto de no retorno. A esto se suma que la explotación petrolera está frecuentemente vinculada a la violación de los derechos de los pueblos indígenas y sus territorios. 

La base de datos de Stand y el informe “Las Ganancias del Colapso”, que documentan 15 años de financiación para la exploración, producción y comercialización de petróleo y gas en la Amazonía, destacan a Santander como uno de los bancos cuya presencia en la región ha crecido exponencialmente en los últimos cinco años. Hasta 2017, su vinculación con el petróleo y el gas amazónicos era mínima. Sin embargo, la última edición del informe Financiando el Caos Climático evidencia al banco como el mayor financiador en 2022. La magnitud de las inversiones de Santander lo sitúa en la liga de los grandes bancos que financian la industria de los combustibles fósiles, como JP Morgan Chase y Citibank, que ocupan el primer y segundo lugar respectivamente.

“En un momento en que la Amazonía se enfrenta a la amenaza de un punto de no retorno, el Banco Santander incrementa su financiación para la extracción de petróleo y gas en la región de la cual depende la estabilidad climática del planeta. Se trata de una dirección de crecimiento completamente opuesta a la de un banco que argumenta que quiere contribuir a la sostenibilidad. Santander debería escuchar a los pueblos indígenas y a los científicos, además de seguir el ejemplo de otros bancos europeos que han dejado de financiar petróleo y gas en la Amazonía”, dijo Martyna Dominiak, Coordinadora del Programa de Finanzas en la Amazonía de Stand.earth

Cabe resaltar que Santander no es el único banco español en este análisis. El BBVA ocupa el noveno lugar como el mayor financiador de petróleo y gas en la Amazonía, con flujos por un monto aproximado de 878 millones de dólares. Junto con Santander, BBVA participó en una de las transacciones del proyecto para la refinería de Talara. Sabadell, con más de $42 millones, ocupa el puesto 42, y CaixaBank, con $21 millones, ocupa el puesto 54.

Impactos de la financiación de Santander en la Amazonía

La expansión petrolera en la Amazonía lleva la marca de Santander. En Perú, la financiación de la modernización de la Refinería Talara de Petroperú, en la que Santander participó ampliamente con aproximadamente mil millones de dólares, es un ejemplo del impacto del banco en pueblos indígenas y en el medio ambiente. En Talara se refinará el crudo del Bloque 64, extracción contra la que las comunidades Achuar y Wampis llevan ya años resistiendo la expansión petrolera en sus territorios. El crudo se transporta por el oleoducto Norperuano, que cruza áreas reconocidas por la Convención de Ramsar y territorios indígenas.

Cualquier expansión de la infraestructura petrolera en la Amazonía peruana incrementará la presión para levantar las medidas de protección a favor de los pueblos indígenas en situación de aislamiento, en aras de facilitar nuevas explotaciones de combustibles fósiles. 

En Brasil, la fiscalía federal ha solicitado la suspensión del permiso de la empresa energética brasileña Eneva para realizar exploraciones de gas en el campo Azulão, ubicado en la Amazonía, por no tener en cuenta la presencia de pueblos indígenas en la región ni el impacto de las operaciones para las comunidades tradicionales. El banco Santander participó en emisiones de bonos por parte de Eneva para financiar la central eléctrica que forma parte del proyecto Azulão-Jaguatrica.  

Como establece su propia política, Santander prohíbe los proyectos que no dispongan de un plan de acción creíble para cumplir con la consulta libre, previa e informada, y descarta asimismo toda actividad de las empresas del sector petrolero y del gas que implique la reubicación de pueblos indígenas o de grupos en situación de vulnerabilidad.

A contracorriente de las tendencias globales de sostenibilidad 

La presión de los líderes indígenas amazónicos y ONGs han marcado una tendencia para restringir la financiación de petróleo y gas en la Amazonía de los bancos europeos que han implementado algún tipo de política de exclusión geográfica para la Amazonía (como Barclays, HSBC, BNP Paribas, ING y Credit Suisse). Esas políticas son un compromiso para poner fin a la financiación y la inversión en actividades relacionadas con el sector en el bioma amazónico. Sin embargo, la expansión continua de Santander evidencia la necesidad de medidas inmediatas. 

El punto de no retorno en la Amazonía se torna inminente con síntomas como la sequía y los incendios que aquejan a la región desde 2022, ambos fenómenos que se retroalimentan, llevando a que el Río Amazonas experimente su peor sequía en 120 años. Las dinámicas de no retorno pueden darse en cascada en diferentes puntos del planeta. Ante la próxima COP16 de Biodiversidad este año y la COP30 en 2025, que tendrán lugar en Cali (Colombia) y Belém (Brasil), respectivamente, el debate político regional contra el extractivismo y la deforestación cobra relevancia.

En este contexto, las acciones de Santander plantean preguntas serias sobre el compromiso del banco con la sostenibilidad y la innovación, pilares de su política empresarial.

Stand.earth exhorta a todos los bancos a que abandonen el petróleo y gas en la Amazonía mediante la implementación de una política de exclusión geográfica regional. Ese llamamiento dirigido a Santander, que hoy realiza su Junta General de Accionistas, ahora gana apoyo del público con una petición firmada por cerca de 200.000 personas.

“No es ningún secreto que la Amazonía está en grave peligro y el banco Santander es uno de los responsables. Pero no perdemos la esperanza. Cerca de 200.000 personas se están movilizando globalmente para poner fin a este desastre y cientos de clientes y accionistas han enviado cartas a sus dirigentes señalando la hipocresía de sus “políticas verdes” mientras financia la destrucción del Amazonas. Podemos salvar el pulmón verde del planeta pero tenemos que actuar ya”, Carmen Blanco, responsable de campañas en España de We Move Europe.

 

Contacto para los medios

Lays Ushirobira – lays.ushirobira@stand.earth
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Valérie de Baecque – valerie@press-consultant.com